Por: Adrián Thomas, escritor asociado.
Con un elenco de primer nivel y la dirección del renombrado Ridley Scott, la expectativa es inmensa. Gladiador II, una secuela que pocos esperaban y que muchos consideran innecesaria, ha generado un gran revuelo.
Con un elenco de primer nivel y la dirección del renombrado Ridley Scott, la expectativa es inmensa.
Estamos hablando de figuras como Denzel Washington, Connie Nielsen (quien retoma su papel de Lucilla, madre de Lucios), Paul Mescal (el nuevo chico de la cuadra en el rol protagónico), Pedro Pascal (de "The Last of Us") y Joseph Quinn, el carismático actor que se hizo un nombre en la saga "Stranger Things".
Sin embargo, surge una inquietante pregunta: ¿Estamos ante una obra maestra o simplemente presenciamos el ego desmedido de un director memorable y genial ante una historia que no demandaba una continuación?
Un Elenco Estelar
Denzel Washington, un titán de la actuación, aporta una profundidad y una presencia que pocos pueden igualar. Su inclusión en "Gladiador II" es un sello de calidad que promete actuaciones memorables. Connie Nielsen retoma su papel, proporcionando una continuidad que los fanáticos de la primera película apreciarán. Paul Mescal, conocido por su habilidad para capturar la complejidad emocional de sus personajes, asume el protagonismo, mientras que Joseph Quinn, con su energía fresca y una carrera ascendente, promete ser una adición interesante al reparto.
La Gran Puesta en Escena
La puesta en escena de "Gladiador II" es, sin duda, grandiosa. Las primeras imágenes y el avance sugieren una producción visualmente impresionante, con una atención meticulosa al detalle y escenarios que prometen transportar al espectador a la gloriosa época del Imperio Romano. Sin embargo, a pesar de esta magnificencia visual, la propuesta de lo que podría ser el film, no parece inspirar mayores emociones ni conecta con la envolvente historia de su predecesora. Quizás porque, en el fondo, ya hemos visto todo esto antes y ya no es necesario adicionar una trama.
El tráiler, aunque visualmente impactante, evoca de manera casi nostálgica la presencia de Máximo (el personaje interpretado por Russell Crowe que le valió un Oscar de la Academia), mostrando fotogramas y elementos que recuerdan a tan icónico personaje, pero sin lograr vincular al espectador con la historia envolvente y apasionante de la primera parte. Porque claro, nada como repetir una fórmula ganadora, ¿verdad?
Un Cierre Perfecto No Necesitaba Secuela
"Gladiador" (2000) tuvo un cierre tajante y veraz, un cierre perfecto que no dejaba espacio para una segunda parte. La historia de Máximo Décimo Meridio culminó de manera natural y orgánica, y cualquier intento de continuarla parece forzado.
Incluso llamarla "Gladiador II" resulta casi ordinario, ya que Máximo Décimo Meridio resultó ser el "absoluto" en esta historia. Dar la bienvenida a un "segundo" gladiador es difícil de digerir y aceptar. Quizás, una opción más apropiada hubiera sido mantener el título original "Gladiador" ya que nos encontramos dentro del “mismo universo” con un subtítulo diferente, pero no "II" (segunda parte), considerando que la moda presente de los “multiversos” y "universos” permiten ese tipo de licencias.
La idea de una secuela nunca pareció necesaria, atreviéndome a decir que los seguidores más acérrimos nunca la pedimos, y ahora, con la liberación del primer tráiler, queda claro que no se ha encontrado una manera convincente de justificar su existencia. O al menos eso aparenta.
Un Director Memorable, pero...
El éxito de la primera película, dirigida por Ridley Scott, estableció un estándar increíblemente alto. Ahora, con la secuela nuevamente en manos de Scott, el desafío es inmenso. El escritor y uno de los guionistas, David Scarpa, colaboró previamente con Scott en "Napoleón", una película grandiosa en imagen y escala pero pobre en desarrollo de historia y personajes.
Aunque confío en la capacidad genial de Scott, la participación de Scarpa no me genera ninguna confianza. La crítica principal que emerge es si la película logrará superar las expectativas o si sucumbirá ante imágenes impresionantes pero escasas de contenido y conexión. Después de todo, ¿qué podría salir mal con un guionista conocido por sus diálogos poco inspiradores, con una nulidad absoluta en crear emociones o al menos así lo sentimos cuando nos expusimos ante “Napoleón”, crítica que por cierto compartiré en una próxima oportunidad y que realmente es otro ejercicio fallido de Scott donde claramente el “continente” fue más grande que el “contenido”. Pero ya hablaremos de aquello.
El problema de fondo es que estamos hablando de Ridley Scott, la genial mente cinematográfica detrás de Alien, Blade Runner, Thelma & Louis, El Reino de los Cielos e inclusive me atrevo a nombrar 1492: la conquista del paraíso, siendo esta última no muy bien recibida en su momento de estreno, pero a mi modesto criterio es grandiosa.
Expectativas y Realidad
La combinación de un elenco talentoso y una producción grandiosa crea expectativas enormes.
Sin embargo, la historia del cine está llena de ejemplos donde un gran elenco y una dirección ambiciosa no necesariamente se traducen en una película memorable. El equilibrio entre la grandiosidad y la autenticidad emocional es delicado y difícil de lograr. A veces, me pregunto absurdamente si algunos directores confunden la cantidad de efectos especiales con la profundidad emocional.
Además, la elección de la música para el tráiler, un intento de ritmo “rapero” que nada tiene que ver con la majestuosidad de la banda sonora original creada por Hans Zimmer, no solo me parece desafortunada, sino una de falta de respeto a su obra original que podría alejar a los fanáticos más apasionados. Porque, evidentemente, nada dice "épica romana" como un “buen rap contemporáneo”.
En Resumidas Cuentas
"Gladiador II" tiene todos los ingredientes para ser un éxito: un elenco excepcional, una puesta en escena impresionante y la dirección de un cineasta con una visión grandiosa.
Estamos frente a un primer avance y puede resultar prematura mi crítica, es verdad, sin embargo, el verdadero desafío será lograrnos capturar, gratamente someternos a profundas emociones y ofrecernos una experiencia que vaya más allá del espectáculo visual.
¿Estamos ante una nueva obra maestra o simplemente presenciamos el ego desmedido de un director genial? ¿Es Ridley Scott enemigo de si mismo?, no lo sé, pero lo que si sé, es que con el vistazo del primer trailer, penosamente no compro la propuesta, no obstante, las conclusiones definitivas llegarán con el tiempo y el estreno de la película en noviembre de 2024.
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